domingo, 29 de mayo de 2011

Fianza millonaria para salvar al urogallo

Una juez lleva al banquillo a un jefe de la eléctrica Enel por abrir un parque eólico sin permiso en zona de cría del ave - Medida pionera a favor de la especie protegida

RAFAEL MÉNDEZ - Riello - 29/05/2011

Una hembra de urogallo cantábrico, el ave emblemática en peligro de extinción, protagoniza un relevante enredo judicial. Una juez de León ha mandado al banquillo a un directivo de Enel-Endesa y le ha impuesto una fianza de un millón de euros para hacer frente a los daños a la especie si finalmente es condenado. El fiscal le acusa de haber ordenado abrir un parque eólico sin permiso a 500 metros de donde criaba la hembra, cuyos movimientos seguían por un transmisor científicos de la Universidad. La empresa ha depositado la fianza pero a la vez ha recurrido. Pero para entender el lío conviene ir primero al campo.




El caso muestra la creciente polémica entre ecologistas por algunos molinos

Manuel González conoce la comarca de Omaña, en León, como la palma de su mano. Este investigador del Departamento de Biodiversidad de la Universidad de León comenzó hace cinco años su tesis sobre el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) en la zona. "Es la población de urogallo más al sur del mundo y única por estar en un bosque mediterráneo, de roble melojo", cuenta.

Manuel pasea entre los robles y en solo unos minutos encuentra restos de urogallo: heces y una pluma. El animal es esquivo, pero no hay duda de que en la zona habitan unos 40 de los 400 que quedan en la Península.

La existencia de urogallos no impidió a la Junta de Castilla y León y a grupos eléctricos plantar allí sus aerogeneradores. O no vieron ningún animal o hicieron como que no lo veían. La estrategia de conservación del urogallo cantábrico del Gobierno y las comunidades dice que no se instalen molinos cerca de estos animales. Allí acudió Eufer (mixta de Unión Fenosa y Endesa), que en abril de 2008 -tras casi una década de cambios de titularidad, proyecto y dos declaraciones de impacto- logró la autorización del parque San Feliz, 23 aerogeneradores de 80 metros de alto que suman una potencia de 41,2 megavatios.

El representante de la filial que lo tramitó fue Rafael González Sánchez, exdirector general adjunto de Eufer y exmiembro de la junta directiva de la patronal eólica. En el sector es bien conocido y respetado. El parque es hoy propiedad de Enel Green Power España, que heredó activos de Eufer. Enel Green Power tiene un 60% de Enel y un 40% de Endesa, que a su vez son casi la misma empresa. A la firma pasó González como directivo.

No es el único parque en la zona. Aprovechando el viento de las cumbres, la Junta autorizó allí hasta 14 parques eólicos, de los que solo queda la mitad, después de que los tribunales y la propia Junta retiraran permisos a instalaciones tras recursos de organizaciones ecologistas como la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife). Los molinos están fuera de la Zona de Protección para las Aves, bordeándola, pero los animales no siempre cumplen los límites administrativos. El parque de Valdesamario, por ejemplo, está ya construido y sus aerogeneradores ocupan una zona tan sensible que un vecino fotografió un urogallo macho en las pistas de la instalación.

En mayo de 2008, en plena época de cría, las máquinas comenzaron a abrir los caminos del Parque San Feliz. Las palas de los molinos, de 45 metros, requieren pistas de ocho metros de ancho para poder llegar a las cumbres. Como trabajar en invierno, entre la nieve a más de 1.000 metros es muy complicado, había prisa. El problema para la empresa es que, aunque el parque estaba autorizado por la Consejería de Industria, el proyecto de ejecución carecía de licencia. El trámite no estaba completo. Según la Guardia Civil hay más deficiencias: tampoco estaba autorizada la ocupación del monte, que es de utilidad pública, y la empresa abrió caminos en zonas no previstas.

Manuel recuerda que allí tenían una hembra de urogallo marcada con un emisor de radio para seguir su posición. "Llevaba una semana en el mismo sitio. Pensamos que estaba incubando. De repente se movió fuimos a ver qué pasaba. A solo 500 metros había un bulldozer", cuenta el biólogo.

Alarmada, la SEO denunció el caso a través del catedrático de Derecho Administrativo de León Carlos González Antón y consiguió la paralización judicial inmediata de las obras. "No estamos en contra de la eólica, pero queremos que se haga bien. Hay sitio de sobra en España sin ir a zona de cría de urogallo", explica el director de Conservación de la SEO, el biólogo Juan Carlos Atienza.

Tras la paralización cautelar, comenzó un proceso de dos años. La Guardia Civil certificó que en la zona vive la especie, los científicos de la Universidad presentaron un informe según el cual "las molestias originadas por la maquinaria pesada obligaron a una hembra radiomarcada a abandonar la zona de puesta para asentarse en otra más alejada y de menor calidad en la que no consiguió sacar adelante ningún pollo". El año siguiente, ya sin obras, la hembra crió antes de ser comida por otro animal.

El informe, firmado por tres profesores y con Manuel como becario de investigación, resalta que esa población de urogallo presenta "un estado de conservación más favorable" que otras y la considera "de vital importancia para evitar la extinción del urogallo en la cordillera Cantábrica".

La defensa de la eléctrica contrarrestó con otro informe pericial según el cual las obras no hicieron que la hembra perdiera los pollos, y que el movimiento fue normal. El informe es de Santiago Martín Barajas, histórico ecologista, lo que puede generar revuelo entre conservacionistas.

El pasado 11 de marzo, el fiscal de Medio Ambiente de León acusó al directivo de Enel Rafael González de "delito contra el medio ambiente" o, como mínimo, de "un delito contra la fauna". En su escrito, pide hasta un año de cárcel (no conlleva ingresar en prisión pero sí tener antecedentes penales), multa e inhabilitación para el empleo durante dos años.

El caso dio un salto el 23 de marzo, cuando la juez Blanca Esther Díez García dictó apertura de juicio oral contra el directivo por delito contra el medio ambiente y le reclamó una fianza civil de 1.046.178 euros "para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran declararse". La firma depositó la fianza y presentó un recurso. Una portavoz insiste en que el procedimiento no está concluido y que González no ha sido condenado.

El caso revela el creciente conflicto por la eólica entre los ecologistas. Los molinos generan ya el 16% de la electricidad y la suya es una historia muy exitosa, pero los tribunales comienzan a atajar los proyectos más polémicos. El de San Feliz no seguirá adelante. Castilla y León ha revocado el permiso que dio. Es la victoria póstuma de la hembra de urogallo.

Fuente: Elpais.com

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